El tegumento común está dispuesto en dos capas: la piel y el tejido subcutáneo, al igual que el sistema tegumentario, solo que a este se le agregan las estructuras anexas.
La piel
Constituye el mayor órgano del cuerpo, formando su recubrimiento externo; abarca aproximadamente una superficie de 1,80 metros cuadrados. Representa alrededos del 16% del peso corporal.
La piel es de fácil acceso a la exploración física del paciente; está compuesta por la epidermis (capa epitelial más superficial) y la dermis (capa de tejido conectivo más profunda).
Entre sus diferentes funciones encontramos:
- Proteger al organismo de los efectos de la exposición al medio ambiente de agresiones físicas, químicas.
- Envuelve al cuerpo brindando contención para los líquidos extracelulares y los órganos más profundos.
- Regula la temperatura corporal.
- Órgano de los sentidos para el tacto.
- Participa en la síntesis de la vitamina D.
Karl Langer estudió las líneas de tensión presentes en la piel. Encontró que las fuerzas de estiramiento (tensión) que actúan en la piel siguen la dirección de las fibras de colágeno ubicadas en la dermisa reticular. Basadi en su hallazgo diseñó un mapa que muestra la disposición de dichas líneas, denominadas líneas de Langer.
Las incisiones quirúrgicas realizadas en forma paralela a estas líneas tienden a curar con muy poco tejido cicatrizal, mientras que, en aquellas que cortan dichas líneas, el proceso de cicatrización se realiza con mayor dificultad, ya que la sección lleva a la retracción de las fibras colágenas y de este modo se dificulta la aposición de los extremos de la herida.
Las heridas cutáneas son lesiones traumáticas de la piel, las cuales pueden clasificarse en:
PUNZANTE: producida por un elemento como (puñal, aguja, punzón).
CONTUSA: producida por el golpe de un elemento romo (martillo, maza).
DESGARRANTE: la lesión separó los tegumentos en forma anfractuosa.